Hay que ir temprano para verlos en actividad, comen entre las 8 y las 10 de la mañana y despues ya duermen todo el dia.
Son tan pachorrientos, perezosos y tan lindos!! comian un poco de bambu y ya querian entrar en sus guaridas, que por supuesto estaban cerradas. Habria unos 8 osos.
Despues de pasarnos como una hora y media mirandolos, decidimos seguir viaje. Dimos unas vueltas por el resto del zoologico, que es enoooorme, no se termina nunca, parece un parque.
Volvimos por los hutongs, los barrios viejos, que nos gustaron mucho.
Y estuvimos caminando como una hora y media, buscando un restaurante muy famoso, donde se come pato laqueado, al no encontralo y no dar mas del hambre y cansancio, entramos en otro restaurante para comer el mismo plato. Aca esta el chinito fileteando el pato para servirnoslo. Nos atendieron muy bien y estuvo riquisimo.
Nos dimos la ultima vuelta por el mercado de la seda para comprar los ultimos regalitos, y nos fuimos para el hotel. Mañana ya nos vamos a España, que lastima... hay que volver a la realidad... y tratar de meter todo en las maletas, ya no habia mas fuerzas y menos para hacer las maletas!
